Giandomenico Puliti: No soy de aquí ni soy de allá
Giandomenico Puliti tenía dentro de su repertorio musical a Facundo
Cabral, a quién conoció en una presentación que realizara este
artista, humorista, religioso y poeta argentino en el Centro Cultural
Tulio Febres Cordero en la ciudad de Mérida, en el año 2003.
Recuerdo, que el grupo IVEN había contratado los aparatos de sonido
de Iván Zambrano para realizar el concierto. Iván grabó esa
noche de Trova con Facundo Cabral y días posteriores le hizo llegar
los CD a Giandomenico que cumplía funciones de Director de Cultura
del Estado Mérida. Es el mismo Giandomenico que creó el Instituto
Merideño de Cultura IMC, que durante su gestión, desde julio del año
2000 cuando asumió con una junta cultural de transición integrada
entre otros por Alexis Vásquez Chávez, Tarek Souki y este servidor,
propuso al Consejo Legislativo del Estado Mérida, crear un instituto
cultural con bases jurídicas tomadas de la Fundación para el Desarrollo
Cultural del Municipio Tovar conocida por sus siglas como FUDECUT. De
esta base y experiencia de Giandomenico nacía el Instituto Merideño
Cultural del Estado Mérida, que contó con el apoyo de los entonces
legisladores Carlos León Mora y Adelis León Guevara. Constituido el
instituto, se sumarían a esta causa para impulsar el desarrollo cultural
Alba Zambrano y Jasmil Mendoza, quienes eran miembros de FUDECUT, también
José Luis Quintero, Ever Delgado, Fredy Siso,José Gregorio
Áraque, Gregorio Suarez, sumado a la experiencia de Moraima Koch, Marisol
Pinto y Luis Quintero, se conformó un buen equipo directivo de
trabajo.
Unos de los programas que gustó y que caló en el pueblo
merideño, “Pueblo y Cultura”, propuesto por Jasmil Mendoza, que
consistía en realizar actividades culturales en distintos municipios
del Estado Mérida, fuese danza, teatro, música, conversatorios, donde
participaban con sus saberes y haceres las mismas comunidades.
Giandomenico activó las casas y centros culturales de todos
los municipios, realizó convenios con las Alcaldías para desarrollar
programas en pro del desarrollo cultural de esos municipios. Asimismo
continúo programas y proyectos que venían desarrollándose desde los
años ochenta cuando el Escultor Manuel de la Fuente fuera Coordinador
de Cultura del Estado, como la Editorial y Revista SOLAR, o como el
cine arte Skene, surgido durante la gestión de Luis Alberto Fougás.
También se realizaron convenios con la Universidad de Los Andes,
principalmente con la Dirección de investigaciones de África, Asia
y Diásporas, dirigido por el Profesor Hernán Lucena, quien era mentor
conjuntamente con Giandomenico de planificar y realizar actividades
internacionales como las semanas dedicadas a Japón, China, Bolivia,
India. De igual manera actividades internacionales como el Circo Chino,
Opera de Pekín, el Teatro Negro de Praga, El Festival Mundial de Teatro,
El Festival Mundial de Danza, Festival Mundial de Poesía con la participación
de Ernesto Cardenal.
Lo importante de estas actividades es que muchas se hacían gratuitas
y se destinaba la mayor cantidad de entradas a los jóvenes de los liceos
de los Municipios del Estado.
En cuanto a las publicaciones de libros, no solo se le dio continuidad
a las ediciones Solar sino que se creó la impresión de Cuadernos
Artesanales para cubrir la demanda de los escritores. Muchos poetas
y narradores dieron a conocer sus obras a través de estas iniciativas.
También creamos la Editorial Cultural Gitanjali, con la finalidad de
reforzar las publicaciones literarias. Se apoyó para que continuara
saliendo la revista “Casa de la Tregua” dirigida por Arturo
Mora Morales y el periódico Quórum del Municipio Tovar.
Se crearon bolsas de trabajo para los artistas plásticos, apoyo a
los músicos, creamos el programa de dotación de instrumentos musicales
a las escuelas y en convenio con la dirección de educación, alcanzamos
contratar docentes para la enseñanza del cuatro.
Dignificamos y seguimos impulsando el día del Artista Plástico,
que venían realizando consecuentemente, desde que habían sido directores
de la Asociación Venezolana de Artistas Plásticos AVAP, Gloria Benavides
y Framtho Salager, lo transformamos en el Mes del Artista Plástico
en Homenaje a Armando Reverón, donde todos los artistas plásticos
de trayectoria o nuevos podían participar.
Recuperamos la Casa Bosett, el Centro Cultural Tulio Febres Cordero.
Creamos la sede de la actual Escuela de Música del Estado (espacio
que tomamos de FOGADE), la Casa Cultural de Apartaderos en el Municipio
Rangel y contribuimos en la toma de la sede del actual Instituto de
la Juventud.
Giandomenico impulsó los proyectos mancomunados culturales con
los directores de cultura del Estado Trujillo, Pedro Ruíz y el Director
de Cultura del Estado Táchira, apoyados por el entonces Ministro de
Cultura Farruco Sesto y directores como Benito Iradi.
Giandomenico propició la creación del grupo élite de ciclismo
de la gobernación del Estado Mérida, con figuras como la de José
Rujano. Apoyó en las competiciones internacionales a José
Castellano conocido como Medio Kilo. Creó los equipos de futbol
del Instituto Merideño de Cultura y del Municipio Tovar, uno de los
últimos partidos lo jugamos con el equipo de Mucutuy en los pueblos
del sur.
Además de todo eso, Giandomenico era fiel con su columna semanal
en el diario Frontera: Almanar, donde publicaba artículos polémicos
políticos, literarios, críticos y filosóficos, en contra de la corrupción
de la cuarta y quinta República.
Giandomenico era un gran conversador y educador, una vez me dijo:
“Javier, no estamos en momentos de escribir esas
poesías cursis, estamos en otros tiempos, debemos escribir más cerca
de lo social, de nuestra gente”, de ahí vino un cambio en
la temática de mi poesía.
Asimismo aprendí a beber vino tinto con Giandomenico, y no sólo
yo, también José Gregorio Gónzalez Márquez, Amable Fernández, Ever
Delgado. A Rodolfo Quintero lo dominó el Ron.
En las tertulias literarias, que casi eran todos los fines de semana,
a Giandomenico le gustaba escuchar la música Trova: Silvio Rodríguez,
Pablo Milanés y Facundo Cabral. Aunque podríamos incluir en esta lista
de trovadores a Alí Primera, Nicola Di Bari y Eros Ramazzotti.
Le gustaba ese tema de Facundo Cabral y lo tarareaba: “No soy de aquí ni soy de allá”…,
“me gusta tanto el vino como las flores”.
Giandomenico también fue fundador del Movimiento Quinta República
del Municipio Tovar. Publicó, junto a José Sant Roz el libro
“Obispos y Demonios” que la iglesia católica lo prohibió y lo hizo desaparecer,
por orden del Obispo Baltazar Porras, de las librerías.
Durante el golpe de Estado en Abril del año 2002, estuvimos en la
gobernación hasta que el gobernador, algunos directores y legisladores
los hicieron prisioneros. Estuvimos en la calle con Ever Delgado planificando
qué hacer, hasta que tomamos el cuartel militar Justo Briceño
en el sector milla de Mérida. Giandomenico escupiendo chimó, Rogelio
“El Bachaco” y Edwin Aguirre cargaban un radio por donde escuchábamos
lo que sucedía en Caracas. Esas horas fueron largas, nosotros pedíamos
que liberaran al gobernador y a los demás Camaradas. Fue acumulándose
más gente y más gente, pasadas las horas, el gobernador Florencio
Porras y los demás fueron puestos en Libertad. El gobernador al primero
que saludó y abrazó fue a Giandomenico.
Un día antes la oposición, en su mayoría profesores y estudiantes
de la Universidad de los Andes pertenecientes al movimiento 13, habían
tomado la Plaza Bolívar y los alrededores de la gobernación, ahí
vi algunos poetas y dramaturgos a quienes les teníamos respeto por
sus obras literarias. También vimos a los “Quinta Columnas”
en la primera fila pidiendo el linchamiento del gobernador y los legisladores.
Pero Giandomenico, como lo hicieron algunos directores del tren ejecutivo,
no salió corriendo a esconderse en los Pueblos del Sur, ni en
Cúcuta, ni en las haciendas de El Vigía. Giandomenico nos acompañó
en la toma del cuartel y estuvo en pie de lucha.
Podríamos hablar de los viajes a Caracas para acompañar al Comandante
Presidente Hugo Chávez en la avenida Bolívar, acompañados de la música
en vivo de Manuel Pirona, Pa’ llá y Pa’ ca, o de
los títeres de Cheo Morales.
De Giandomenico también se debe destacar, dentro
sus actividades más importantes y que ha quedado en la memoria de un
gran colectivo venezolano, fue la realización del Primer FESTIVAL DEL CHIMÓ, que
prohibió el Ministerio de Salud “porque podía incidir en el consumo
de tabaco en jóvenes y niños”. Sin embargo, en consulta con
los abuelos y líderes comunales, el festival se realizó en San Francisco
Municipio Tovar y fue un éxito.
Se debe soslayar que el Festival del Chimó
surgió de una caminata que realizó todo el tren ejecutivo (junto
para entonces gobernador Florencio Porras), por el Páramo de La Culata
llegando al Municipios Rangel. En esos días -contó Giandomenico-,
que en el viaje Marcos Díaz Orellana, uno de los directores (actual
gobernador del Estado), aprendió a escupir chimó.
De estas mismas anécdotas del chimó se puede
decir que los amigos y conocidos, cuando venían de otras ciudades le
traían todo tipo de Chimó. Alguien un día se apareció por la
oficina con unas cajetas de Chimó que los barineses llaman mata
caimán, la destapó, agarró un poco y se la metió en la
boca, al rato lo botó en el basurero, dijo que tenía mucha lejía
y estaba muy arrecho. Ese mismo día lo visitó la bailarina Blanca
Guzmán, quien hacía los preparativos para un viaje a Argentina a un
festival de tango, Giandomenico la invitó a probar el Chimó
que picaramente exhibía en el escritorio, Blanca por cortesía aceptó,
en segundos palideció y se desmayó, rápidamente tuvo que ser
llevada al hospital y los médicos no creyeron tal embriaguez.
Pero la anécdota con este concentrado negro fue la vivida en Cuba,
a Giandomenico se le ocurrió llevarse dos cajetas de Chimó Tigrito
a La Habana, cuando llegó al aeropuerto internacional José Martí
fue detenido por las autoridades, allí pasó horas dando explicaciones
sobre los contenidos químicos, naturales y medicinales del Chimó.
El resultado fue que varios de los oficiales cubanos apostados en el
aeropuerto probaron y algunos los hizo ir al baño, lo que llevó a
considerar a las autoridades cubanas del que el chimó era un medicamento
natural digestivo.
En el Festival del Chimó Giandomenico se llevó
parte de los coordinadores y promotores culturales del IMC para que
apoyaran en las actividades programas para el desarrollo del mismo,
en esos días hizo que todos los participantes probaran el Chimó
y se los mezcló con aguardiente callejonero. Algunos vomitaron,
otros con diarrea y algunos se durmieron de la pea. Contaba Giandomenico
que los borrachos de Tovar se equivocaron con los artistas de cabellos
largos que participaron en el Festival, puesto que estos, con tanta
oscuridad, pensaban que eran mujeres y empezaron a enamorarlos y que
por ello hubo más de un pleito.
Muchas anécdotas podríamos narrar sobre las vivencias
de Giandomenico en su multifacético vida, sobre las lecturas
y autores preferidos, sobre su licenciatura en Letras y Literatura Hispanoamericana
y no en la profesión que pensaba su padre. Sobre la larga conversación
que sostuvo en la Casa de los Gobernadores con José Sant Roz y
Mario Silva definiendo los artículos y elementos socialistas y capitalistas
de la nueva Constitución de 1999. O de la citación que le hizo el
cuerpo castrense por escribir en la prensa artículos relacionados con
la corrupción militar en los años 95 – 96 y que acudió
a la cita siendo interrogado por Raúl Isaías Baduel, quien tenía
entre sus libros de biblioteca el Manifiesto Comunista de Carlos Marx
y Engels.
Él recomendaba a los jóvenes poetas leer a Eduardo
Galeano, Roberto Juarroz y Gabriel García Márquez.
Mucho más podríamos decir de un gran hombre que
entregó sus sueños a la comunión de todos y a la solidaridad
de muchos. Pero el tiempo es un tren indetenible y de su estadía transitoria
nos queda sus ejemplos y sus memorias, con estas anécdotas se pretende
justificar su buen humor y su amistad de mi amistad.
Lamentablemente, cuando había que recoger la cosecha de una vida
intensa en cuanto a lo social y político, extrañamente, a Giandomenico
Puliti lo asesinaron de un disparo en la cabeza el 08 de mayo de 2004.
Poco después el Instituto Merideño de Cultura fue eliminado y creado
una fundación adscrita a la dirección de educación de la gobernación
del Estado Mérida, con ello perdía la posibilidad de ampliación de
convenios, la posibilidad de desarrollar políticas propias, la adquisición
de recursos económicos nacionales e internacionales y la posibilidad
de hacer una revolución cultural en Mérida.
Así comenzó Giandomenico a conocer las realidades, las
mafias y los conflictos del mundo de la cultura del Estado andino.
Con el asesinato de Giandomenico Puliti y la eliminación del Instituto
Merideño de Cultura, IMC, sepultaron el desarrollo cultural del Estado
Mérida.